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Training the Heart

Jazaieri, H., Jinpa, T., McGonigal, K., Rosenberg, E., Finkelstein, J., Simon-Thomas, E., & Goldin, P. (2013) Training the Heart: Cultivating Compassion through Compassion Cultivation Training. Journal of Happiness Studies.

Este estudio tenía como objetivo investigar si la compasión por los demás, la autocompasión y la recepción de compasión de los demás se podían cultivar a través del programa CCT. A diferencia del grupo control (personas que no habían recibido formación), se encontraron mejoras significativas en las tres áreas de compasión en el grupo CCT. La cantidad de tiempo que los participantes dedicaron a la meditación formal durante el programa CCT se correlacionó con una mayor compasión por los demás.


¿Dónde estuvo la diferencia?


  1. Los participantes del grupo CCT practicaron “meditación centrada en la compasión” durante unos 101 minutos por semana en promedio. La cantidad de práctica se relacionó positivamente con una mayor compasión por los demás.

  2. Los participantes que se sometieron al curso CCT mostraron reducciones en el “miedo a la compasión” en las tres orientaciones: por los demás, de los demás y por uno mismo.


Aplicaciones

El estudio enfatiza que la compasión se puede enseñar y aprender, y sugiere su aplicabilidad para varias poblaciones, incluidas las personas con ansiedad social.


Limitaciones

El estudio sugiere que se necesitan más investigaciones con diferentes poblaciones y mediante un “seguimiento a largo plazo” para evaluar si los beneficios se mantienen en el tiempo.




Functional neural plasticity


Klimecki, O. M., Leiberg, S., Lamm, C., & Singer, T. (2013). Functional neural plasticity and associated changes in positive affect after compassion training. Cerebral cortex (New York, N.Y. : 1991), 23(7), 1552–1561.



El estudio proporciona evidencia de cómo el entrenamiento en compasión puede inducir cambios funcionales en el cerebro, específicamente al aumentar el afecto positivo frente al sufrimiento ajeno. Esto sugiere que la compasión podría ser un poderoso mecanismo de afrontamiento que no solo beneficia a los demás, sino que también mejora el bienestar emocional de quien lo practica.


Los participantes fueron expuestos a videos que mostraban personas en situaciones de estrés (alto nivel emocional) y situaciones cotidianas (bajo nivel emocional), usando una tarea desarrollada para medir emociones sociales, llamada Socio-affective Video Task (SoVT). Las respuestas cerebrales y afectivas se midieron utilizando imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI).


  • Los participantes se dividieron en dos grupos: uno que recibió el entrenamiento en compasión y otro en memoria como grupo de control.

  • El grupo de compasión participó en una sesión de meditación basada en el amor bondadoso ("loving-kindness"), con el objetivo de generar sentimientos de compasión hacia los demás.


Resultados importantes para reflexionar


  1. Los videos que mostraban sufrimiento activaron inicialmente regiones cerebrales vinculadas con la empatía por el dolor, como la ínsula anterior y la corteza cingulada anterior medial, pero tras el entrenamiento, se activaron las áreas relacionadas con el afecto positivo.


  2. Cambios neuronales: El entrenamiento en compasión resultó en un aumento de la actividad en áreas cerebrales asociadas con la afiliación y el afecto positivo.


  3. Afecto positivo: Después del entrenamiento en compasión, los participantes experimentaron un aumento significativo en el afecto positivo, incluso cuando observaban situaciones emocionalmente difíciles. Esto sugiere que el entrenamiento les permitió abordar situaciones de aflicción con una actitud más compasiva y menos negativa.





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