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¿Estoy preparado para ser yo mismo? ... Empieza por tus creencias


Caroline McHugh fundadora de IDOLOGY


La motivación que impulsa a algunas personas a iniciar un camino de desarrollo personal es un aspecto importante a tener en cuenta en las investigaciones actuales sobre "bienestar mental". Hasta el momento, gran parte de la sociedad ha estado motivada por la salud del cuerpo. Sin embargo, el siglo XXI probablemente se caracterizará por "incluir la fortaleza psicológica" como pieza clave para afrontar los desafíos individuales, laborales y sociales. En este campo de conocimiento, la diferencia que lleva a unas personas a esforzarse mucho y a otras a simplemente sentarse y ni siquiera intentarlo, fue inicialmente abordada por la "Teoría de la Autoeficacia"


Bandura, A. propuso en su teoría que "aquellos que se perciben a ellos mismos como altamente eficaces están inclinados a atribuir sus fracasos a esfuerzo insuficiente, mientras que aquellos con habilidades comparables, pero con menor creencia de autoefícacia atribuyen sus fracasos a falta de habilidad".


En este sentido, cualquier adulto aplicará consciente o inconscientemente su sistema de creencias antes de comenzar un reto, hasta el punto que probará sólo cosas en las que crea que tendrán cierto éxito.


¿Qué factores favorecen la construcción de una "autoeficacia saludable"?


1. El Desempeño. Los logros de desempeño hacen referencia a cómo de exitosos hemos sido en el pasado con una tarea. Cuando nos encontramos con un desafío, primero evaluamos cómo nos fue en el pasado con una tarea similar.


El jefe de Pablo le pide implementar un nuevo software en la empresa. Supongamos que hace tiempo aprendió otros programas parecidos. Si trabajó duro en esta tarea y tuvo éxito, entonces pudo ver cómo pudo aprender un nuevo programa. Sólo así, es más probable que haga un gran esfuerzo nuevamente porque cree que también tiene la aptitud para aprender este nuevo. Pero si Pablo tuvo problemas en el pasado y sintió que no podía dominar el programa, entonces él mismo abogará por evitar este tipo de tareas. Será menos probable que persevere y trabaje duro para aprender con el nuevo programa porque ya ha decidido que es incapaz de aprenderlo. Irónicamente, su actitud hacia su propio aprendizaje puede convertirse en una profecía autocumplida. Asumió que no lo haría bien y luego su falta de esfuerzo da como resultado un refuerzo de su creencia, de que no puede tener éxito en este tipo de tareas. Sin embargo, si a pesar de la creencia basada en el desempeño del pasado, Pablo insiste en buscar todos los medios que le lleven a continuar aprendiendo el software aunque sea demasiado difícil, su autoeficacia aumentará progresivamente en esta área y será más probable que aborde el aprendizaje con un alto nivel de esfuerzo y enfoque.


2. Experiencias vicarias. Cuando observamos las experiencias de otras personas con la tarea que intentamos abordar. Es importante saber que este factor tendrá más impacto si la persona a la que observamos la percibimos como más similar a nosotros.


Por ejemplo, si Pablo ha observado que un compañero de trabajo navega con éxito en el programa que debe ejecutar, es más probable que aumente su percepción de autoeficacia con respecto a esta tarea. De manera similar, si vio a sus compañeros de trabajo luchando y fallando en la tarea, juzgará sus propias habilidades en función de lo que observa que está sucediendo no tanto con los logros de desempeño.


3. Persuasión verbal, que es el impacto que las expectativas de los demás pueden tener en nosotros. Para que funciones, estas expectativas deben expresarse verbalmente y, por lo general, toman la forma de una charla de ánimo antes de afrontar la tarea: “Sé que puedes hacer esto” La autoeficacia aumenta en este caso. La efectividad de la persuasión verbal depende de lo creíble sea la persona que alienta ya que en en caso de exponernos a los comentarios de quien no admiramos, puede ser negativa porque generará dudas en el y reduce la sugestión sobre nuestra creencia de autoeficacia.



¿qué efectos tiene la creencia en el comportamiento?


En general, la creencia de una persona afecta el nivel de desafío que se impone a sí misma, la cantidad de esfuerzo que realiza y su persistencia frente a las dificultades. Las personas con baja autoeficacia evitan las preguntas difíciles porque las perciben como amenazas personales. En contraste, aquellas con alta autoeficacia abordan las tareas difíciles como desafíos que deben superarse en lugar de amenazas que deben evitarse. Se fijan metas desafiantes y mantienen un fuerte compromiso con ellas mismas.


La autoeficacia tiene relevancia en muchas áreas de investigación, pero es especialmente relevante en el área de la investigación educativa ya que una mayor autoeficacia se asocia con un mayor esfuerzo persistente y un interés intrínseco en el aprendizaje y el rendimiento académico. Los investigadores han descubierto que las creencias de los estudiantes sobre sus propias habilidades para aprender determinan sus aspiraciones. Incluso, que las creencias de los maestros en su propia capacidad para enseñar también afectan el éxito de sus estudiantes.


Las familias tienen un impacto positivo en la autoeficacia de un niño cuando brindan un entorno que estimula la curiosidad y permite experiencias. Sin embargo, las redes disminuye su probabilidad de influencia. En el contexto familiar, a veces se confunde la autoeficacia con la autoestima o autoconcepto. La diferencia es que esos términos se refieren a sentimientos generales sobre temas y la autoeficacia se trata de una actitud hacia una tarea específica en un contexto particular. Es importante utilizar la palabra precisa, el concepto de sí mismo de una persona puede ser que es bastante bueno en matemáticas, pero no su autoeficacia en cuanto a su capacidad para tareas específicas.


Autoefícacia y procesos emocionales


Las respuestas emocionales, son otro tipo de procesos que están determinados, en parte, por las percepciones de eficacia. Las creencias que tenemos en nuestras capacidades afectan al estrés y a la depresión que experimentamos ante situaciones atemorizantes. Estas reacciones emocionales pueden afectar a la acción tanto directa como indirectamente, alterando la naturaleza y el curso de nuestro pensamiento.


La percepción de amenaza no depende únicamente de la situación, sino que surge del análisis comparativo entre las capacidades de afrontamiento que percibimos que poseemos y los aspectos potencialmente aversivos del entorno. Cuando pensamos que tenemos capacidad para controlar el entorno no realizamos pensamientos atemorizantes, por lo que no nos perturbamos por ellos. Pero cuando percibimos que no podemos controlar el entorno, sí que aumentamos los pensamientos atemorizantes que nos producen altos niveles de estrés y arousal emocional. Cuando caemos en este patrón perceptivo, aumentan obsesivamente pensamientos focalizados en nuestras deficiencias de afrontamiento ante las situaciones. Hasta el punto que consideramos aún más aspectos del entorno como peligrosos. A causa de este bucle de pensamiento con eje central en la autopercepción de ineficacia, disminuye nuestra vinculación a menor cantidad de actividades e incluso al nivel de dificultad de éstas que pasa a requerir que sea muy bajo para aceptarlas.



Albert Bandura's cognitive learning theory of self-efficacy and motivation.



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